INAUGURACIÓN DEL CURSO DEL SEMINARIO CONCILIAR DE
BARCELONA
Septiembre de 2003
“LA EXPERIENCIA NEOCATECUMENAL”
POR KIKO ARGÜELLO
Canto de Entrada: “Y como es que la madre del Señor viene a mi”
Cardenal Ricardo Maria Carles-
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Sed
bienvenidos. Comenzamos con una plegaria que han preparado los dirigentes
del Instituto.
Oración-
Que Dios Padre fuente de Sabiduría, su Hijo hecho hombre, Cristo el Señor, y
el Espíritu que nos conduce a conocer toda la Verdad estén con todos
vosotros.
Y con tu Espíritu.
Estimados hermanos, por la misericordia de Dios nos hemos reunido para
iniciar un nuevo curso sobre la bondad divina. Pedimos al Señor que esta
nueva etapa de la vida del Instituto que hoy iniciamos, sea para nosotros
escuela de profundización individual y de progreso en el conocimiento de la
doctrina Evangélica. Oremos:
Señor, mira a tus fieles, que por tu gracia se disponen a iniciar un nuevo
curso y desean ser debidamente instruidos en el estudio de los caminos del
espíritu. Haz que todos los que durante el curso, que hoy iniciamos, sea
para enseñar o aprender, busquen siempre la Verdad, y reconozcan que tu eres
la fuente inagotable. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Lectura del Libro del Eclesiástico-
Invocación al Espíritu Santo
Cardenal Ricardo Maria Carles-
Oremos hermanos al Padre, fuente de todo conocimiento, a su Hijo, Sabiduría
Eterna, al Espíritu Santo, Luz santísima, que ilumina la inteligencia y
pidámosle que nos asista durante el curso que hoy inauguramos:
Padre Pedro Farnés-
…Para que Dios fortalezca y aumente en Barcelona el número de las
comunidades neocatecumenales, acreciente su fidelidad a la Iglesia y el celo
de sus miembros en el anuncio de la Nueva Evangelización, y en su gran
misericordia se acuerde de los iniciadores de este carisma Kiko Argüello y
Carmen Hernández, Rogemos al Señor,
Te rogamos, óyenos.
Cardenal Ricard Maria Carles-
Señor Dios que hoy nos concedes inaugurar este nuevo curso, escucha nuestra
oración, y haz que los que durante este año vengan aquí para enseñar o
aprender, busquen siempre la Verdad, sigan fielmente las enseñanzas de la
vida cristiana y te reconozcan a ti como fuente suprema de todo
conocimiento, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Ahora el doctor Farnés leerá la memoria del curso 2002-2003 del Instituto de
Teología espiritual.
Padre Pedro Farnés-
…Eminentísimo y reverendísimo señor Cardenal, Arzobispo de Barcelona,
presidente del Instituto, excelentísimo y reverendísimo monseñor Juan
Carrera, Obispo auxiliar de Barcelona, excelentísimo y reverendísimo
monseñor Romá Casanova, Obispo de Vic, señores vocales directivos del
Instituto, señores profesores y alumnos, señor Kiko Argüello, consultor del
Concilio Pro-laicis, miembros de las comunidades neocatecumenales, señoras y
señores.
…El segundo hecho que me parece oportuno subrayar es la presencia activa y
destacada en este acto de Carmen Hernández y de Kiko Argüello, los dos
fundadores de una de las realidades más vivas y más visibles de la Iglesia
en nuestros días: Las comunidades neocatecumenales, presencia acompañada y
rodeada como veis de numerosos miembros de estas comunidades. A ellos
quisiera saludarles con especial afecto y darles la bienvenida más cordial
en nombre del consejo directivo, de los profesores, y de los alumnos del
Instituto y en nombre mío propio.
Que nuestra institución docente acoja en su seno diocesano barcelonés a los
iniciadores de las comunidades, y escuche el discurso inaugural de Kiko
Argüello me parece significativo, sobretodo por dos hechos que muchos de
vosotros posiblemente ignoráis y del que quisiera haceros participes.
Nuestra Iglesia diocesana de Barcelona tiene un cierto derecho de
alumbramiento y paternidad con referencia a las comunidades. Me explico. En
Barcelona se sembraron algunas de las raíces de lo que posteriormente ha
sido el árbol fecundo que la Sede Apostólica acaba de reconocer como árbol
bueno y fructífero para el bien de toda la Iglesia Universal.
Carmen, en efecto, inició sus primeros pasos en los ideales de anunciar a
Cristo a quienes lo desconocen en la casa de las misioneras de Cristo Jesús
que es ubicada en la calle princesa de nuestra ciudad. Este llamamiento
después creció y se desarrolló por otros caminos que no es aquí el momento
ni el tiempo puede permitir que lo explique. Pero entre los primeros pasos
misioneros de la jovencita Carmen Hernández en Barcelona, y de su entrega
radical al Evangelio de Jesús a través de las comunidades y aquellos
primeros pasos no hay ruptura sino crecimiento, desarrollo y camino cada vez
a más concreto. Barcelona, a la que hoy visita Carmen, es pues, en cierta
manera, la cuna de su espíritu evangelizador.
Kiko no recibió ciertamente como Carmen su primera vocación misionera en
Barcelona, pero una vez nacidas las comunidades algunas de sus experiencias
más primerizas de evangelización de su juventud tuvieron lugar en nuestra
ciudad. Las comunidades catalanas más antiguas de Barcelona lo tienen
todavía hoy como catequista propio, detalle este que no se da en otras
Iglesias diocesanas. Si Barcelona, como he anunciado, es hasta cierto punto
la madre de la vocación misionera de Carmen, Kiko ha de reconocer que en
Barcelona fructificaron algunos de sus primeros frutos de evangelizadores.
Los dos fundadores de las comunidades, por tanto, están relacionados
generacionalmente con la Iglesia diocesana de Barcelona. Este es un motivo
para alegrarnos hoy de la presencia de Carmen Hernández y de Kiko Argüello y
de los numerosos miembros de las comunidades que los acompañan.
Deseamos que vuestra participación en este acto sea significativo, de una
relación ya antigua, pero que esperamos que también a través de nuestro
Instituto de Teología crezca entre la Iglesia de Barcelona y las comunidades
relación fructífera entre vuestro carisma lleno de fuego y entusiasmo
cristiano, como tantas veces repetía el añorado Padre Fontdevila, y nuestro
trabajo humilde y todavía llenos de dificultades, en nuestros ambientes
descristianizados. Esperamos vuestra ayuda y os ofrecemos nuestra
Institución docente tanto para que nos enseñéis vuestro admirable celo
evangelizador, como para ofrecernos nuestras posibilidades de profundización
del mensaje evangélico en nuestras clases y cursos.
El Padre Fontdevila repetía a veces, y con insistencia, perdón, me había
dicho que convenía, que era incluso necesario… invitar a los responsables de
las comunidades a dar algún curso en el Instituto sobre el carisma de las
comunidades. A Barcelona, me decía con frecuencia, hoy tan fría respecto a
Cristo y a la Iglesia y su Evangelio, le conviene saber de primera mano que
son las comunidades, y escuchar el mensaje lleno de fuego de los
neocatecumenales. No dudo que el Padre Fontdevila si estuviera hoy aquí
presente se sentiría contento de participar en este acto y de escuchar la
lección de Kiko Argüello.
Carmen Hernández-
Yo estoy contentísima de estar en Barcelona porque me recuerda cosas que he
vivido aquí y quiero muchísimo a Barcelona, más que a Madrid…os lo digo con
toda… (aplausos). Y luego diré la última frase… Quiero ajustar algunas cosas
que ha dicho Farnés, que yo lo quiero muchísimo, es un genio…pero algunas
cosas las dice mal. A mi no me ha venido la vocación misionera en la calle
princesa, aunque yo en la calle princesa tengo muchísimos recuerdos, y en la
diagonal, y en las ramblas, y en la calle Layetana, y en la Catedral, y en
el museo Marés… ¡que para mi Barcelona se me hace vivo todo! porque he
vivido la época muy importante de mi vida aquí. Porque yo, donde me ha
venido la vocación es en Navarra, en Tudela, en el colegio de San Francisco
Javier.
San Francisco Javier es para mi la cuna de mi vocación, y San Francisco
Javier, como sabéis, en Tudela de Navarra nunca entraron ni salesianos ni
dominicos, porque era el feudo de los jesuitas, y yo allí, desde pequeñita,
he visto pasar misioneros de la China, de la India, de todo, y desde allí ha
venido la idea más grande, que para mi era Jesucristo y la Evangelización. Y
mi ideal era la Evangelización ya casi desde que tenía uso de razón…y así,
pues a pesar de muchas cosas y tal…luego hemos ido a vivir a Madrid, mi
padre, para que fuéramos a la Universidad, y no se que no se cuantos… y yo
siempre me quería ir a las misiones. Ya a los catorce o quince años hasta
casi me escapé de casa para irme a la India. Mi ideal era irme de misionera
a la India, y después de muchos follones que sería largo, largo, largo
contar, mi padre me dijo que no, me hizo hacer químicas y justo a los 21
años escapé de casa. Me escapé de casa ya para irme a las misiones. Y
después de muchas aventuras me fui a Javier, y en Javier allí me prepararon
para ir a la…estuve un año entero lavando ropa, otro con cerdos, con no se
cuanto, porque nos preparaban así, para ser misioneras de Cristo Jesús.
En aquellos tiempos era una cosa muy moderna, que no llevábamos ya ni
hábitos ni nada, y era para las misiones… y si eso os lo cuento, es muy
gracioso, las misioneras de Cristo Jesús, que no eran ni religiosas, ni
instituo secular, ni nada, dependían directamente de propaganda Fide para
las misiones, que nació en Pamplona con un misionero Jesuita que no pudo
volver en la segunda guerra mundial al Japón, e hizo una serie de
exposiciones sobre las misiones…se llamaba el padre Domenzai. Bueno, pues
después, a muchas les hacían estudiar medicina para ir a las misiones al
Congo, al tal y cual, y yo como tenía ya químicas me hicieron estudiar
teología, y me metieron tres años de teología con todo Santo Tomás y con
profesores muy buenos, que era el Padre Sauras y compañía, que era lo mejor
que ha tenido…así conocí a los dominicos, y tal y cual, y tengo que
agradecer mucho a los salesianos por el arzobispo de Valencia, Don Marcelino
Olaechea Olaizaga, que era un vasco, nació de familia obrera, arzobispo, que
era verdaderamente fantástico y maravilloso… Don Marcelino Olaechea
Olaizaga, que es el que fundó todo esto, lo realizó y lo preparó.
Y ya por fin me destinaron a la India, y fui a Inglaterra, a Londres. Allí
teníamos que ir, porque no se podía entrar con el common welth en la India,
si no se estaba primero en Inglaterra, y además para aprender inglés… y allí
estuve un tiempo yo en Inglaterra, cuando de repente… para hacerlo breve…
cuando ya estaba a punto de llegar a la India, a Admelabad, que tenía yo la
destinación, en lugar de ir a la India me trajo Dios a Barcelona. Año 62,
que ya somos muy viejos aquí… a princesa número 11, me parece, o 51, no me
acuerdo, en la calle princesa. Y allí estaba monseñor Farnés, que le digo
yo, joven y guapo, ¡que venía de París con todo el Concilio ya en la mano! y
allí daba el unas conferencias de liturgia y todo, pero con el Concilio en
mano.
Y yo allí, en Barcelona, he pasado la Kénosis más grande de mi vida,
verdaderamente viví getsemaní, en que…yo me iba al museo Marés y veía los
crucifijos… cómo en los crucifijos del museo Marés, que son fantásticos, que
reinan sobre la cruz, y condenado en nombre de la ley, que él había
establecido…sería muy largo contar todo este follón, pero allí ya a través
de Farnés que ya tenía yo todas las teologías de Santo Tomás y toda la
renovación del Concilio. Y es la primera vez que en la Eucaristía… que yo no
dejaba una misa ni viva ni muerta, ni una comunión diaria… he estado con mi
padre en casablanca, en rabat, que es difícil encontrar una misa, y yo
siempre encontraba la misa para comulgar, que eso me ha librado a mi en la
Universidad de tantos follones de muchachos y de follones…con la idea de ser
misionera. Y por fin…pero siempre para mi era recibir a Jesucristo y
lanzarte a lo que quieras, pero recibir a Jesucristo en mi corazón y tal…
Con Farnés descubrí yo todo el misterio de la Pascua, en que hay que entrar
en la muerte con Cristo para resucitar con él, que es todo el Concilio
Vaticano II y de lo que vivís todos los comunitarios que estáis aquí. Del
pan y del vino. Osea, que el que come mi carne y bebe mi sangre tiene la
vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Es el pan que se parte…y
digo, mucha gente ha escuchado a Farnés y no han entendido, ¿y porque
escuché yo? porque estaba en una Kénosis muy grande de muerte, en getsemaní,
entonces descubrí la renovación del Concilio. La primera Pascua de verdad
que yo he vivido como Pascua verdadera con toda la renovación litúrgica del
Concilio ha sido aquí, en la catedral de Barcelona, con la candela y con
todo…Y por eso yo quiero muchísimo a Farnés y yo digo: “El Camino
Neocatecumenal ha nacido en Barcelona” y no en las barracas del Kiko
Argüello (aplausos).
Como sería largo contar tantas aventuras… yo he trabajado, he vivido en las
casas baratas de casa antúnez, antes de que Kiko iniciara sus barracas de
Madrid, y tengo muchas experiencias…yo quería fundar una cosa con unas
compañeras. Entre ellas una era una fraga, esa que ha atacado luego a su
hermano, y otras, y quería hacer una cosa…He trabajado en canales y pérez,
he vivido entre los pobres, y ya llevábamos una renovación completa a un
espíritu nuevo… y Dios permitió una serie de cosas que yo…tuvimos una
reunión en poblet para embarcarnos, no ya a la India, sino a América, y nos
ayudaba mucho el Arzobispo, este Don Marcelino Olaechea, y era para ir a
Oruro, y éramos cuatro, y una se fue a Oruro, yo dije que antes de
embarcarme para allí, yo que tenía mucho amor a las Escrituras, quería ir a
Palestina, a Israel, y así me fui a Israel. Y cuando volví las otras dos ya
no se querían embarcar, se habían ido a Madrid, que era el último sitio
donde yo quería ir, a Madrid, porque estaba mi familia que me perseguía otra
vez por todos los lados, y la otra se había embarcado a América, que su
madre casi me mata, y yo estuve en Madrid que no sabía donde ir…
Por eso acabé con el Kiko Argüello, que trabajaba con una hermana mía; Y le
dijo: “esa es tan mesianista como tu”, y así fui a las barracas de Madrid
porque no tenía donde ir…pero a cogerlo a él para llevarlo a América…y
resulta que, lo que le digo yo, ¡estuve tres años enteros para convencerle
de que Jesucristo había resucitado de entre los muertos! porque era un
cursillista que estaba nada más en la pasión, y en el moralismo de eso,
aunque él como artista nunca ha sido moralista, pero…y así ha nacido el
Camino Neocatecumenal en Barcelona por el Concilio Vaticano II traído por
Mosén Farnés.
(aplausos)
Cardenal Ricard Maria Carles-
Después de las aclaraciones y rectificaciones, Carmen, gracias, y a la doble
mención cariñosa al que fue mi Arzobispo en Valencia toda mi vida
sacerdotal, Don Marcelino Olaechea Olaizaga, pues ya va a dirigiros la
palabra Kiko Argüello.
Kiko Argüello-
Bueno, pues yo también puedo puntualizar algo, ¿eh Carmen?...dice Carmen,
puntualiza y nos pegamos…Carmen, estamos en un acto académico, por
favor…Bueno, vamos a ver. Espero poder, no voy a ser largo, porque estáis
aquí…espero…hace calor. Bueno, doy las gracias al Padre Farnés, que yo no le
puedo negar nada, ¿eh?, aunque no tenía ningunas ganas de venir. Estoy
cansadísimo, venimos ahora de una convivencia hecha en Murcia con todos los
primeros catequistas y estamos sin parar. Llevamos todo el mes…hemos tenido
las convivencias en Roma con todos los rectores de los Seminarios, de todos
los nuevos aspirantes que entran en el Seminario…han nacido cuatro
Seminarios nuevos, después hemos tenido…etc, estamos…pero bien, ¿Cómo le voy
a negar yo al padre Farnés que nos ha invitado a este acto? y a su
Eminencia, el señor Cardenal. ¿Porque? Pues yo también quiero puntualizar
algo.
Para entender un poco, aunque aquí hay mucha gente del Camino, muchos… y me
alegra ver tantos jóvenes, también habrá algún hermano a lo mejor que ha
venido por curiosidad, y quiere saber un poco que es esto y como funciona.
Estos son los Estatutos del Camino Neocatecumenal, como sabéis, que han sido
aprobados por la Santa Sede. Yo, en la introducción que hago, muy breve,
nombro al Papa Juan XXIII, al beato ¿no?, ¿es ya beato? Juan XXIII, porque
el Papa Juan XXIII en la constitución apostólica Humanae Salutis de 1961 con
la que convocó el Concilio exhorta y dice: “La Iglesia hoy asiste a una
gravísima crisis, que se está…en acto constante en nuestra sociedad;
mientras que la humanidad se encuentra en el umbral de una nueva era,
desafíos de una gravedad inmensa esperan a la Iglesia, tanto como en las
épocas más trágicas de su historia. De hecho, se trata de poner en contacto
con la energía vivificante y divina del Evangelio el mundo moderno”
Estas palabras son enormemente proféticas, para lo que él esto lo dice
porqué se ha hecho un Concilio en la Iglesia. Después el Espíritu Santo que
anima y guía a la Iglesia, para responder a esta grave crisis que hoy está
presente entorno a nosotros, ¿pues que ha hecho?…pues un Concilio, donde ha
hecho: el establecimiento de la Palabra de Dios, que es la “Dei Verbum”, ha
hecho la reforma de la Liturgia, ha reformado la liturgia, “Sacrosantum
Concilium”, ha hecho una nueva eclesiología de la Iglesia, como cuerpo y
sacramento de salvación, “Lumen Gentium”, y todo ello en función de su
misión al mundo, “Gaudium et spes”.
El problema es uno solo, porque los Concilios acaban, y al final acaban
libros en una biblioteca, ¡cómo llevar el Concilio a la Iglesia! pues si
Dios no suscita realidades eclesiales o gente, o santos, o lo que queráis, o
carismas, es imposible llevar el Concilio. Eso se puede ver en Trento.
Después de Trento, la cantidad…sino, sin los jesuitas no se hubiera… y
tantas otras realidades…Santa Teresa, todas, la…etc. Pues ¿el Camino que es?
pues es una…algo que Dios ha suscitado para que podamos llevar a las
diócesis y a las parroquias el Concilio, la renovación del Concilio Vaticano
II, para que la Iglesia pueda responder a una grave crisis como una de las
épocas más graves de su historia.
¡Europa está apostatando su fe! y Barcelona ¡también! porque está dentro de
Europa; y Madrid también. Es sorprendente…fijaros, ¡en Francia el 50% de los
franceses hoy está sin bautizar! Hace seis meses, comiendo con el Nuncio,
que es amigo nuestro, de París, decía, ¡y no solamente eso! no solamente
eso… ¡sino que la última estadística demuestra que solamente llevan a hacer
catecismo el 30% de los niños! de cada 100 niños, 70, no tiene ninguna
relación con nada de la Iglesia…ni primera comunión, ni nada…Dicho por el
nuncio apostólico de París. El otro día, hablando con el Cardenal Rouco, me
dice, pues aquí no está peor…voy a visitar una, voy a visitar una, el
Cardenal Rouco dice: voy a visitar una parroquia, una guardería de una
parroquia, y niños de siete y ocho años, pequeños, y me dice un niño, ¿y eso
qué es? y me señala la cruz…y entonces cogió y les dijo a los niños, ¿sabéis
que es esto? nadie lo sabía, ¡ningún niño! ¡Niños, de hijos de familias de
la parroquia!…
Osea, no nos engañamos. Ha habido un Concilio, el Espíritu Santo que conocía
que iba a cambiar la sociedad, iba a cambiar toda la sociedad, iba a
aparecer una cosa que se llama hoy la globalización, iba a cambiar…yo no lo
digo esto en sentido negativo, no es un sentido…estamos pasando de una
sociedad a otra, pero a nuestro alrededor aparecen los paganos, estamos ya
en medio de paganos, a los cuales tenemos que anunciar el Evangelio. Yo voy
a decir una cosa sobre, ya que estamos en Barcelona, sobre esto que ha dicho
Carmen, y por eso os decía que no le puedo negar nada a Farnés. Os digo unas
notas. Yo hablo como un… soy un pintor, y hablo así.
Sabéis que yo soy nacido en León, hablo rápidamente… nacido en León, mi
padre es abogado, soy el hijo mayor de cuatro hermanos, después de dos años
mis padres se vienen a Madrid, mi padre ganó unas oposiciones en el
ministerio de Justicia, y me llevan a un colegio, me enseñan religión como a
todos los niños, pero…como, cuando entro en la universidad, en Bellas artes,
ya sabéis lo que es Bellas Artes… pues un ambiente ateo, todo de izquierdas,
todo comunistas, todo un follón…entro en crisis con mi propia fe, ¡porque el
vestido de primera comunión que me habían dado en el colegio y en la
parroquia era pequeñito para toda la problemática que tenía planteada como
joven y sobretodo en Bellas Artes! Así que rápidamente me lo quité, ese
vestido de primera comunión, y lo tiré, y entré en crisis radical. A través
de un grupo de teatro que teníamos en Bellas Artes empecé…conocí el teatro
de Jean Paul Sartre, y conocí la filosofía de Sartre.
Entonces yo me preguntaba ¿Qué es la vida, quien soy yo, quien me ha
creado?, etc ¿no? Entré en unas crisis muy profunda y encontré en Sastre una
respuesta: “el absurdo de mi existencia”, que yo tenía que aceptar con
valentía que yo no había existido, que hoy existía, y que mañana tenía
que…dejaría de existir, sin tener que inventarme ningún consuelo en ningún
cielo, ni ninguna cosa de ese tipo. Intenté vivir con honestidad esto, pero
sabéis que, sin embargo, el Señor me estaba esperando, porque me dieron un
premio extraordinario nacional de pintura. Salí en la televisión, en el
nodo, empecé a ganar dinero, y me quedé sorprendido al darme cuenta que no
me dio…que esto, tener dinero, tener fama, en esos momentos ¡no me daba
absolutamente nada! Osea, que el sentido de mi existencia se me estaba
apagando.
Mis amigos comunistas me invitaban a ser comunista, y yo les decía: pues,
mira, yo tengo un sentido de justicia dentro tan grande que no soporto
vuestro paraíso comunista, si no dais una respuesta a la injusticia de la
historia… es más, me gustaría que el día que lleguéis a triunfar en ese
paraíso comunista pondría una bomba, porque os considero unos burgueses
totales, sino respondéis a los negros que cogieron de África y murieron en
unas bodegas allí, aplastados y hacinados. Osea, porque o justicia para
todos o no hay justicia…etc, yo intentaba…Dios a cada uno nos llama de una
forma. En aquel momento, ya lo he contado alguna vez, Dios tuvo misericordia
de mi, porque llegué a una situación en la cual me daba cuenta que como nada
absolutamente me satisfacía mi final iba a ser matarme, cuando ya no pudiera
vivir más, puesto que el arte se me había hecho cenizas.
Yo me quedaba sorprendido cuando la gente vivía…pero, la gente ¿cómo puede
vivir tranquilamente, sin saber quien le ha creado, porque vivimos, quienes
estamos, si estamos solos?…me di cuenta que la gente vivía, y basta…y a lo
mejor yo soy un narcisista, uno que se pregunta demasiado las cosas…bien. En
este, en este…pero, curiosamente, es cómo si el cielo se me hubiera cerrado
totalmente de cemento, y me encontrara como en una cloaca. Curioso, vivía la
vida de esa forma…y en esta situación, pues, algo me ayudó. Yo leía mucho,
etc. Hay un filósofo que se llama Bergson, es hebreo, que dice que “la
intuición es un medio de conocimiento a la verdad más importante que la
razón”. Yo dije, ¿si fuera…si esto fuera cierto? La intuición es un medio
para alcanzar la verdad, más penetrante, es un instrumento, más idóneo que
la razón. Y me di cuenta, de pronto, que, efectivamente, algo en mi interior
me decía que el absurdo total en el que yo quería encerrar racionalmente
toda mi existencia, la existencia de todos los seres, no…algo de mi, de mi
intuición, no estaba de acuerdo. La belleza de un árbol, o de…algo me decía
que no, que tenía que haber una razón, porque etc.
Esto comenzó, digamos…se abrió una brecha en mi ateismo, en mi
existencialismo. De ahí…si existe Dios…pues pasé a convocar a Dios, a
llamarlo etc. Y el Señor me ayudó. Tuve una experiencia de Jesucristo
profunda, que me dejó sorprendidísimo, porque me acuerdo que estaba…que
lloraba, me salían lágrimas, y yo decía ¿Por qué lloro? lloraba, lloraba,
como a chorros, ¿Por qué? …pues lloraba por una razón muy sencilla:
Porque…te digo, es como a un condenado a muerte que está aterrorizado que lo
van a matar, y en el mismo momento que van a decir ¡fuego! le quitan la
venda y le dicen “estas libre”. Porque para mi, el hecho de que existe Dios
o no existe, ¡era una cuestión de vida o de muerte!, ¡¡de vida o de
muerte!!...¡Si Dios no existe de verdad…! ¡¡de verdad Dios no existe!!
¡pensadlo un momento! ¿estamos solos, radicalmente, solos en el universo?
¿eso todo es una causalidad? ¡¡¿no hay nada?!!
Bien, pues yo me encontré con que alguien, dentro de mi…¡porque yo quería
creer! y en un momento, que me di cuenta, que antes de matarme ¡¡quería
creer!! En Bellas Artes tenía un sacerdote, con la sotana…en mi curso, que
pintaba. Fui a hablar con el…¡me soltó unos rollos! que me parecían todo
pamplinas, ¡pamplinas!…Me di cuenta que creer no era una cosa mía. ¿Por qué
me parecían todo estupideces lo que decía el cura ese? me di cuenta…Osea, yo
quería creer, porque no era solamente creer racionalmente, era algo más
profundo. Pues en ese encuentro con Jesucristo, dentro de mi, se dio algo,
¿Qué se dio? dice San Pablo que el Espíritu de Cristo da testimonio a
nuestro espíritu. Y recibí un testimonio, ¡Dios existía! ¡¡Existía!! pero no
como que yo me lo creía, ¡no como una cosa racional!, ¡Una certitud más
profunda que la razón! ¡Más real que la razón! ¡¡Era la Fe!! ¡Cómo un don
que viene de Dios! El Espíritu de Cristo que da…y te da testimonio, no
solamente de que Dios te ama, sino de que eres hijo de Dios, ¡Que Dios es
Padre!.
Esto para mi fue una sorpresa tan grande que me quedé sobrecogido, pero me
quedé…lloraba de alegría, Dios…si Dios es…¡yo soy! ¡yo soy! He surgido a la
vida. Y me fui al primer cura que encontré y le dije que quería ser
cristiano…ah, una cosa importante. Me quedé sorprendido al descubrir que el
Dios que yo sentía adentro no era el dios de Buda, sino que era Jesucristo,
el Dios que me había enseñado mi madre, reconocía en él…y me fui a la
Iglesia Católica, porque yo estaba dispuesto a hacerme budista, protestante,
lo que os de la gana. Y fui a un cura y le dije que quería ser cristiano, y
me dice sorprendido, ¿cómo? ¿usted no está bautizado?…digo, si, si, estoy
bautizado. Entonces ¿que quiere usted, qué le confiese?…no, padre, yo quiero
ser…Yo me daba cuenta de que dada la circunstancia social en que yo me
envolvía, todos mis amigos artistas, todos ateos y tal…yo no tenía una
formación cristiana auténtica, tenía unos rudimentos estúpidos en muchas
cosas, ¡que no valían! Entonces me dijo que…no sabía que hacer conmigo.
Hacer cristiano no basta hablar con una persona. Entonces me invitó a un
Cursillo de cristiandad. Yo estaba dispuesto a obedecer a lo que me dijeran;
yo quería hacerme cristiano, quería hacer una iniciación cristiana, quería
que me iniciaran al cristianismo, y de alguna manera los Cursillos me ayudó;
Primero porque me quitó muchos prejuicios contra la Iglesia…¡los tenía
todos!, contra los curas, contra el Vaticano, contra las riquezas…todo lo
que queráis, lo que tienen todos los jóvenes…Me los quitaron bastante, y me
permitieron ya…me despejaron.
Después me invitaron a la escuela de profesores de Cursillos, que había un
cura muy inteligente que conocía mucho la Escritura y que me puso en manos
de la Escritura. Y me mandaron a hacer Cursillos. He dado el primer cursillo
de Ceuta, en Cáceres, en…para empezar en España como profesor de Cursillos.
Después ya cambió mi pintura, y comencé a hacer pintura religiosa, y fundé
un grupo de arte sacro, con arquitectos y escultores, para renovar el arte
sacro, que se llamó “gremio 62”. El ministerio de relaciones culturales, les
hicimos una muestra en Madrid importantísima…después nos invitaron a hacer
exposiciones en París, en Francia, en Holanda…y comencé mi vida, mi camino
como artista cristiano, digámoslo así, aunque había poquísimos…No, no cuento
toda mi vida. ¿Os habéis aburrido ya? ¿eh? No, voy a ir…Estoy queriendo
acercarme a Farnés, un momento…He cogido un poquito así porque sino digo
una…eh. Ya me has interrumpido Carmen, ya no se por donde voy…Me interrumpe
siempre, bueno… ¿eh? Bueno, después de esto…Bien, al mismo tiempo que esto,
tengo un acto, tengo un acontecimiento, como Dios ha construido con Carmen,
con el Padre Farnés, conmigo, con muchos de vosotros, y con todas las
comunidades que han empezado, ha construido estos Estatutos, que hoy el Papa
los presenta a toda la Iglesia. Aquí está vuestra vida, metida, y tantos
encuentros como hemos tenido, tantos escrutinios, sufrimientos…(habla
Carmen)… Si, bueno, dice que me hizo venir, haciendo autostop, a Barcelona.
Al mismo tiempo que esto, Dios me iba a esperar en otro sitio; Y es que
yendo unas Navidades a casa de mis padres… yo tenía un estudio con unos
pintores, un escultor, un estudio cerca de la plaza España en Madrid; Y que
voy una Navidad a comer a mi casa, a casa de mis padres, a celebrar la
Nochebuena con ellos, y la mujer de…la mujer de servicio, la cocinera, yo
que estaba tan contento de celebrar la noche… cenar la cena de la
nochebuena… cuando entro en la cocina y me encuentro a esta señora, señora
ya mayor, llorando. Y yo, ¿Qué le pasa, que le pasa? y tal, y me comienza a
contar una…me abre un mundo…su marido era un alcohólico, a su hijo lo iban a
meter en la cárcel etc. Todo un follón. Y me quedé sobrecogido de lo que me
contó. Y me dijo si podía ayudar a su marido.
Entonces yo me fui a su sitio, a donde él vivía, y me encuentro que vivía en
un barrio de chabolas, infecto, horrible, con unos chamizos, nueve niños
pequeñitos, el marido era un barrendero que después de volver venía borracho
a casa, con un palo. Bueno, hacía unas barbaridades terribles. Entonces yo
hablé con el marido y me lo llevé a Cursillos, a este, a este alcoholizado.
Y me vio allí predicar y se quedó boquiabierto… pero le duró los Cursillos
cinco días. Estuvo cinco días sin beber, al quinto…borrachera, y que quería
matar al hijo, y total, que entonces, esta señora me llamaba a todas horas.
Ay, ayyy, que va a matar a mi hijo, que no se qué…Total, que me pasaba la
vida con sobresaltos, esta pobre señora. Al final comprendí ¿y si Dios me
está diciendo que me venga a vivir con esta…? porque a la única persona que
este señor hacía caso era a mi, y cuando yo llegaba se calmaba, de su
violencia exacerbada, porque estaban a punto de matarse, que tenía ya un
hijo mayor y con los cuchillos, y allí…la policía, bueno, un follón.
Total, que pensé que quizás Dios quería que me fuera a vivir allí, y me fui
a vivir allí. Dormía en una cocinita allí con tres gatos, con un catre
mugriento, y allí me estaba esperando Dios…Esto antes de las barracas. Esto
es histórico, eh, antes de las barracas. En aquel ambiente, que había en
aquel sitio, me encontré, hice una, me encontré con una sorpresa, y es que
había muchísima gente en torno, en aquel ambiente, que estaban marcados por
el sufrimiento, por la cruz de Cristo. Yo, como cuando era existencialista,
digamos así, había leído un escritor que se llama Camus… escribe un libro
que se llama “la peste”, donde la tesis de la peste de Camus es “el
sufrimiento de los inocentes”. Pues yo allí me encontré con gente inocente
que estaba llevando la cruz más pesada con…una mujer que tenía la enfermedad
de Parkinson y había sido abandonada por el marido, su hijo la pegaba,
estaba…Iba, la ponían en una esquina y allí a pedir limosna. Yo la miraba y
decía… ¿Pero qué ha hecho esta mujer?, ¿y yo? Esta, la Berta, esta mujer con
la que yo vivía en la casa había sido violada, había sido…bueno, ¡¡un
mundo!!, allí había, un mundo…¡atroz! ¡¡atroz!! que me quedé sobrecogido,
¡me encontré con Cristo crucificado hoy! ¡hoy! en tantísima gente. Porque
frente a esto, o te haces un revolucionario, pegas una patada a todo, y
coges una metralleta… o te pones de rodillas ante Cristo crucificado. Pues
yo, el Señor, por su misericordia, por eso dice Carmen que yo encontré “El
Siervo de Yavhé”… Osea, esto es una pieza importante en el Catecumenado
actual: el “Siervo de Yavhé”. Pero yo lo vi encarnado. Después me llamaron a
hacer el servicio militar y estuve en África…total. Yo ya, esta experiencia
que tuve un año vivendo allí con aquella familia, con aquella gente, me
había marcado de tal manera que pensé: No soy capaz de volver al mundo, las
exposiciones, la pintura…Digo: ¿pero para que sirve hacer templos bonitos o
modernos y tal si el pueblo está abandonado y tal, y la gente no está
educada en la fe?
Después pensé: si mañana viene Jesucristo, en la segunda venida, ¿sabéis
donde quiero que me encuentre? a los pies de Cristo crucificado en los
últimos de la tierra. Eso así lo pensé. Porque hay una presencia de Cristo
en las especies eucarísticas, ¿verdad? pues hay también una presencia de
Cristo muy real en aquellas personas que han sido marcadas por la cruz, pues
por una chica que la violaron, por uno que su padre un alcoholizado y no…hay
gente que está marcada, que lleva una cruz sobre su vida, terrible, que lo
está, que lo está…Decía Sastre “hay del hombre cuyo dedo de Dios lo aplaste
contra la muralla”, “Hay del hombre cuyo dedo de Dios aplaste contra el
muro”.
Cuando volví de África… yo conocía a la hermana de Carmen, que había estado
en un instituto religioso que se llama Villa Teresita, que se dedicaban a
prostitutas… Yo pensaba entonces, antes de irme a las barracas, que había
que descender a las catacumbas sociales, había que ayudar allí a tanta gente
homosexual, gente que está hecha polvo, hay gente medio loca, un mundo…un
sustrato social que había también que descender, que anunciarles a Cristo.
Total, y por eso conocí a Carmen. Y me decía siempre Pilar, tienes que
conocer…tengo una hermana que es como tu, peor que tu, me decía…Bueno.
Total, que cuando yo volví de África ya decidí, Dios me estaba acosando, no
me dejaba respirar el Señor, me tenía que ir a vivir a las barracas. No
penséis que es fácil dejarlo todo y de pronto marcharte allí…Y al final
encontré en palomeras, en Madrid, había una barraca que habían abandonado
unos que venían del sur, que se habían hecho una chabola…era esta, el
ambiente que había allí.
Y, rápidamente, la gente de aquel ambiente empezó a preguntarme…Yo llevaba
la barba y se daban cuenta que hablaba distinto y no sabían quien es ese,
no. Se preguntaban quien es ese… Uno decía que era uno que había hecho una
promesa a Dios, porque iba siempre con la Biblia. Otros decían que yo era un
protestante, porque llevaba siempre la Biblia…Total, que los vecinos
comenzaron a acercarse; los gitanos sobretodo por la guitarra, y entraban a
allí, chan, chan, y le pegaban al flamenco, y no se que no se cuantos…Total,
que poco a poco se empezó a formar un grupo allí que me…y…espera, entonces
yo allí me fui…Todos eran analfabetos, casi todos. Ni para enseñar a leer,
ni para evangelizar, ni para enseñar a Jesucristo. Me fui como Charles de
Foucauld… ¡ah! porque no he contado que en todo este encuentro, antes de
irme a las barracas, tuve una beca de la fundación Marx, con un dominico y
con unos arquitectos, un catalán, arquitecto muy importante y otro vasco,
para estudiar los puntos de contacto entre el arte protestante y el arte
católico, mirando al Concilio. Era el año 61, me parece, eh, y nos fuimos a
estudiar… Empezamos, subimos por Francia estudiando a Le corbusier, a
longchamp, a latourrel…Después fuimos a estudiar a albaralto, los grandes
arquitectos y toda la reforma litúrgica. Vimos en Alemania toda la reforma
litúrgica que estaba haciendo la Iglesia etc. Y antes de este viaje nos
fuimos a preparar para este viaje a los monegros, donde estaban los
pequeños, los hermanitos de Foucauld. Y allí conocí al padre Voillaume,
fundador de los hermanitos de Foucauld, que tenía 70 profesos que iban a
ordenar sacerdotes, estaban en el desierto de los Monearos que está en
Zaragoza. Me fui tres días a una gruta, a la gruta de San Pancracio que le
llamaban. Estuve tres días ayunando allí en la gruta, y me leí la vida de
Foucauld y los escritos de Voillaume. Y me quedé profundamente impresionado,
porque antes había querido ser monje, monje Jerónimo, hoy es San Jerónimo,
que me estará ayudando, San Jerónimo. He querido ser monje jerónimo en el
Parral, y no me he metido jerónimo porque mi director espiritual me dijo
párate, ¡párate! y le obedecí. Y aquí estoy, sino estaría en el monasterio.
Pues, entonces, cuento una cosa que nunca he contado, así que será por el
ambiente de Barcelona, entonces…lo que iba a decir…no se que estaba
diciendo…Entonces, Foucauld, que se puso en la vida oculta de la Familia de
Nazaret, en la vida del silencio, me daba la fórmula, ¡me dio la fórmula!,
me voy a vivir entre los pobres como Foucauld, etc, No me voy a ir a vivir,
estoy hablando de lo que pasó antes en este viaje que hice por allí, y por
eso me fui a vivir allí con los pobres en esta actitud, de considerarme que
yo era indigno de estar frente a una persona pues que lleva una cruz
grandísima, que está marcado por el sufrimiento, que, que la han violado,
que la han pegado, que no se qué, que está hecho polvo…Pues yo me pongo ahí,
a los pies de él, diciendo pues que yo reconozco en ti que tienes…que Dios
te ha elegido para que lleves con su hijo la cruz que…etc, Osea, fui con
esta actitud.
Yo pensaba así…luego Dios tenía otro plan, otro plan…Y es que rápidamente la
gente…yo no quería predicar. Me pedían que les predicara a Jesucristo, los
del barrio. Por ejemplo, un día se me acerca un gitano que me dice que qué
dice Dios, uno que sabía leer y escribir, que qué decía Dios de eso del
enemigo, de las peleas…y le leí el Sermón de la Montaña: “si alguno te
abofetea la mejilla derecha preséntale la izquierda”, y se quedó
boquiabierto, dijo que eso era…no lo había oído en su vida; Entonces le dejé
las florecillas de San Francisco, se las leyó y ya nos hicimos amigos. Un
día este me llama y me dice: ven a mi, abajo había una gruta y estaba todo
lleno de gitanos, me hace entrar en la gruta, todo así, oscuro, no se veía
nada porque eran todos oscuros, entiendes, y me dice: ¡Oye, háblales!, ésta
es toda mi familia, aquí están…eran 15 hermanos, mis tíos, mis…todo, todo el
clan. Y me dice: ¡háblales!, ¡háblales de Jesucristo! Y yo, ¿pero que les
voy a hablar yo de Jesucristo, sino tengo ni idea? Osea, Dios nos lleva a un
sitio donde son gitanos que tienen una…que no soportan la conceptualización.
Un gitano que no sabe leer ni escribir no le puedes soltar una conferencia
sobre el Adán y Eva y sobre la religión, ¡porque no te escuchan! Tienen,
osea, que Dios…yo estaba muy preocupado cómo predicar…porque me pedían que
les predicara a Jesucristo. Los rollos de Cursillos a los gitanos ¡no
servían! los rollos esos…
Me lleva allí, para… por ejemplo, y empiezo a hablar. No se que les solté,
que les contaba, porque yo no quería, y de pronto se levanta la madre de
este gitano, con unas faldas así…una señora, la matrona, y me dice: “¿usted
lo ha visto?” yo: “¿Cómo?” …ya me interrumpió “¿Usted lo ha visto? una mano
en el cielo hay”, dice, “pero yo la única cosa que se es que mi padre se
murió y no ha vuelto más a casa. ¡Cuando usted vea un muerto que viene del
cementerio yo le escucho! ¡Así que como usted no ha visto ese muerto,
vámonos!” y se levantaron todas las mujeres y se acabó la reunión…¡se acabó
la reunión!…Pero yo ese mismo día, fijaros cómo el Señor nos ayuda, ese
mismo día me había estado leyendo, porque yo decía: ¿cómo predicaban el
Kerygma? o entonces no se llamaba ni Kerygma, esto de… ¿entendéis? ¿Cómo se
predicaba? ¿Cómo predicaban los Apóstoles? ¡No soltarían conferencias! y me
encontré un texto muy interesante: el gobernador Festo le dice al rey
Agripa: “tengo un prisionero que me gustaría que escucharas, ¡habla de un
muerto que dice que vive!” Osea, que de todas las charlas que ha tenido
Pablo con Festo, la única cosa que se le ha quedado a este pagano es que lo
que Pablo hablaba es de ¡un muerto que ha venido del cementerio!,
¡Exactamente lo mismo que me pedía esta gitana!
Entonces ahí como Dios nos fue…Osea, que Dios nos, me llevó a un ambiente,
nos llevó a un ambiente…Después, Carmen, cuando vio que yo allí tenía un
grupito y que tal, y que era muy lanzado, y que hablaba de Jesucristo…dice:
hombre este lo engancho yo para llevarle…Porque tenía un contrato con el
Obispo de Oruro para irse a predicar entre los mineros, y quería…y como sus
amigas ya no querían ir me quería a mi enganchar para irnos allá. Y yo le
dije que ni hablar. Ella en tanto se hizo una barraca, a 1 kilómetro de
donde estaba yo, se fue con dos amigas y allí se metió y allí empezó a
fastidiarme, porque…¡no me dejaba vivir! Cada vez que hablaba algo me decía:
tú eres un cursillista, eres un moralista, pero tu no has descubierto
el…misterio pascual, y tal, y tenía razón, ¡tenía razón!…Me dio caña que no
me dejaba, no me dejaba ni respirar, y me puso en contacto con el Padre
Farnés, y, efectivamente…
Osea que yo me di cuenta que yo que llevaba el Siervo de Yavhé y vivir los
pobres. Yo lo tenía todo a conceptos, porque en los cursillos todavía el
Concilio nada. Entonces toda la conceptualización del misterio
Pascual…Estuvimos en un pueblo con el Padre Farnés, ¿se acuerda de aquel
pueblo, aquel? en que…¿eh? Huy madre mía, no bueno…no os cuento todas las
anécdotas de Carmen…un día Carmen me dice: tienes que escuchar…Esto os lo
cuento para que os riáis un poco, las cosas que a mí me han pasado…Tienes
que escuchar a un profesor que ha venido de París, que estaba dando clases
en el Instituto Pastoral ¿no? el Leon XIII…Y yo ¡que déjame en paz Carmen!
No, tu eres un burro, tienes que venir, tienes que cultivarte, ¡ha habido un
Concilio! Total, hombre, que desde palomeras hasta…había que tomar no se
cuantos medios de locomoción…Total, que me cita a las once allí. Llego a las
once, yo llevaba entonces…vestía con un anorak negro, dormía vestido en la
barraca, lleno de ratas aquello…un anorak negro, toda la barba negra atada
así, pelo casi largo, mi aspecto debía ser horrible, porque…os voy a decir
lo que pasó. Entro en el Instituto de Pastoral, en el Leon XIII, paso el
hall, subo la escalera y oigo detrás de mi, ¡oiga, oiga!…¡Oiga, oiga!, Y
sale el vedel que sale corriendo…subo a la entrada primera y siento ¡¡al
ladrón, al ladrón!! En ese momento suena el timbre, salen de las clases
todas las monjas, todo el follón, ¿entiendes?, ¡¡al ladrón, al ladrón!! ¿Al
ladrón? ¿Quién el ladrón?…¡Usted!, ¿Usted quien es? ¡Que hace aquí! no se
qué no se cuantos…todo, todo lleno de curas…¡usted! Y le digo: vengo a
buscar a una señora que se llama Carmen. ¡Aquí no hay ninguna Carmen, que
hace usted! Total. ¡¡llamen al director!! era un tal monseñor Guix, que
después es Obispo de Vic. Era el director. Y llaman al director; todo está
así de gente. Viene corriendo y, cuando había tenido el premio
extraordinario nacional me llamaron a un concurso…había un concurso de
pintura, yo era famoso, y estuvimos juntos en un jurado de cuadros de
pintura con monseñor Guix, estuvimos, nos hicimos amigos y tal. Yo no me
daba cuenta que entonces no llevaba barba; total que…Yo estaba nervioso, que
decían que era un ladrón, y le digo al director: ¿no se acuerda que hemos
estado juntos en un juicio? en vez de decir “jurado” dije juicio. ¿Yo en un
juicio? ¿Yo en un juicio con usted? Dice: ¡llamen a la policía! No, no…Me
echaron, se dieron cuenta que se habían equivocado, así claro, no me
reconoció, después ni le dije, no le dije nada…esto no se lo digáis a
monseñor Guix, no se lo digáis, es un secretito.
Entonces…pobrecillo, no me reconoció, no pasa, nada. Eh…lo, lo anecdótico
viene ahora, viene ahora; es que la clase era a las doce, me parece, yo
salgo traumatizado y Carmen, yuju, Kiko… ¡vamos deprisa tenemos que entrar
que vamos de!…¿entrar yo allí? ¡yo allí no entro!...¡tienes que entrar!
¿Cómo…? Queréis creer que entré como un cordero al matadero…las que he
pasado con Carmen…Cuando me vio el vedel entrar de nuevo ya se dio cuenta de
que se había equivocado y me dejo pasar. Y escuché a Farnés, y empezamos ya
a escuchar a Farnés y fue verdaderamente sensacional…una anécdota que os he
contado un poco así…
Osea que realmente el Señor…entonces ¿Qué a hecho el Señor? Ha ido llevando
por una parte Foucauld, por otra parte Farnés, por otra parte toda la
teología de Carmen, por otra parte los gitanos que no puedes escapar, tienes
que saber dar catequesis muy aterrizadas a la realidad de la gente…Osea, que
la Palabra tiene que tocar al hombre, ahí, donde está, donde está
escuchando, no puedes hacer teorías…Ellos nos han ayudado muchísimo, los
pobres, casi todas las catequesis que vosotros habéis recibido, todos los
que sois del Camino, ¡las han creado los pobres! ¡de las barracas! Osea, en
su forma.
Una vez, os pongo un ejemplo, este gitano, este José Agudo me llama a mi y
me dice: “Oye, te he reunido un montón de gitanos y tienes que…para que les
hables”…Oye, que tiene una manía este que yo hablara de Jesucristo, porque
le había tocado…Y me salgo de la barraca y sentados en el suelo, solo en mi
barraca, estaba todo, castilla, se veía castilla y era precioso…sentados
como indios todos los gitanos, todos oscuros, con unas patillas, con unas
cachabas, todos los gitanos que se dedicaban pues a las mulas y esas cosas…y
yo me siento allí, primero invoco al Espíritu Santo, tal, y este:
“¡háblales, háblales!” Hay un gitano, un gitano así oscuro allí y le digo a
este gitano: ¿tu crees en Dios? y me dice, si señor, o lo que sea… si, si. Y
le digo, ah, ¿lo has visto? para creer en él…dice: no…Como es ¿azul? ¿es
grande? y le dije yo: como es ¿gordo? y no respondía…Yo creo en Dios, dice,
y yo quería que me dijera algo, y va y me dice: yo creo en Dios porque una
vez que estaba en el carro que íbamos por extremadura y no se qué no se
cuantos, y había un…y nos paramos en una encina, y nos pusimos ahí a comer y
tenía el carro al lado; De pronto una nube se cierne, no se cuantos, huy
Dios mío…Comienza a retumbar, y cae un rayo en el carro, y tenía a mi hijo,
¡¡mi hijo!! en el carro…me puse de rodillas y dije: “¡Dios bendito!” decía
él, “¡si existes salva a mi hijo!” Estaba ardiendo el carro… “¡te prometo
que voy de rodillas al monasterio de…!” a no se que sitio. Fueron corriendo,
todo estaba quemado y el niño: “ja, ja” ¡¡Tuvo una experiencia de Dios tan
fuerte que me dice allí: “mire usted, todos los curas pueden decir que Dios
no existe, todo el mundo, pero ¡¡Dios existe!!”
Osea, este gitano hizo una cosa importantísima, y es que contó un hecho en
el cual Dios se le había manifestado, y eso es la Escritura, hechos en que
Dios interviene. Hay una catequesis en el Camino que preguntamos: ¿Crees en
Dios? ¿Que hecho en tu vida tiene que tu puedes decir, no el catecismo, sino
que verdaderamente Dios existe porque ha actuado en ti? ¿Os acordáis? Osea,
que de alguna manera…
Carmen-
Es verdad todo eso de hechos y hechos, como que Dios lo ha preparado a él, y
está super preparado porque de jovencito ha trabajado en el teatro y entre
cantor y teatro para poder hablar… pero el Camino de verdad ha nacido con la
presencia del Arzobispo de Madrid Morcillo en las barracas. Es cuando yo he
empezado a colaborar con él de verdad porque antes no me fiaba de él un
pelo…Y la presencia del Arzobispo Morcillo en las barracas fue el milagro
del siglo, y es él el que nos mandó a las parroquias, que sino…yo como
jesuítica que era para las misiones no hubiera ido a una parroquia, y Kiko
menos.
Kiko-
Este es otro acontecimiento muy importante del Camino, y es que la policía
quería…Don Camilo Donsobega, que entonces era ministro de gobernación, hace
una ley en la que se prohiben, se prohiben los ambulantes, quinquis,
gitanos…y hay otra ley que dicen que Franco había hecho las unidades
vecinales de absorción, había tirado muchas barracas, y había hecho unos
barrios ¿no? y ya no existían barracas. Entonces todo nuestro barrio de
barracas de gitanos tenía que desaparecer. Nos viene una orden, nos viene
una orden en que van…tenemos que desaparecer. Y entonces yo me fui a hablar
con el ministro de gobernación, total, bueno, un follón. No os voy a contar
toda esa historia. Cuando llega la policía, yo me alié con una serie de
curas y nos metimos en las barracas. Si, allí estaban. Bueno, total,
llamé…yo conocía a Don Casimiro (entonces Arzobispo de Madrid n.d.r) de
Cursillos, y fue un milagro, porque se presentaron cuatro camiones, todo
guardia civiles con las ametralladoras, aquello una cosa muy, muy fascista
en aquel momento…terrible. Iban a tirarlo todo, y dejaban a la gente en la
calle. Había niños enfermos…total, que entonces llamé a Morcillo y el
secretario: “está reunido, no se qué”…no se podía pasar. No se que milagro,
porque fíjate tu si de pronto empezamos a llamar al Obispo y se pone
Morcillo, y le digo…y dice, “¡donde es!” y le explico donde es, “¡ahora
mismo voy allá!” Deja todo, coge un seiscientos, y se presenta con el
secretario…Cuando le dije al comandante de la guardia civil que venía el
Arzobispo no se lo creía…¡y se lo creyó! pararon…tiraron la barraca de
Carmen, nada más, pararon todo, pararon todo, se montaron en los jeeps, y se
podía ver toda una caravana…porque venían todos los obreros para tirar las
barracas ¿no? Cuatro camiones, los jeeps, los policías…todos ahí mirando en
la loma. Cuando vieron llegar al Arzobispo se marcharon todos…El Arzobispo
estuvo en la barraca. Tenemos unas fotografías maravillosas. Conoció a los
gitanos, ya teníamos una comunidad, estuvimos cantando con él laudes, ¿y
sabéis lo que hizo? se puso a llorar en mi barraca, Morcillo, y dijo, “yo no
soy cristiano. Kiko, desde ahora mi palacio estará abierto para ti”. Oye,
una cosa, y ha cumplido su palabra. Y el cura cercano, el párroco, que no
nos podía ni ver, que era un francés, porque era muy político y tal, le
dijo…porque nosotros celebrábamos la misa allí en las barracas y dice: “no
quiero que la celebréis aquí porque eso no está permitido, le vas a dejar la
parroquia, un barracón, para que celebren la Eucaristía”.
Nosotros la celebramos con las dos especies, con el Padre Farnés que nos
había explicado todo el follón, con el pan en forma de pan ácimo, porque los
gitanos es muy importante esto, y va y le dice Morcillo al párroco, “¡les
dejas a puerta cerrada, porque si entra uno en la Eucaristía y ve aquello se
escandaliza, y solamente los que estén catequizados…!” ¡Morcillo había
entendido todo! De pronto…porque hizo la tesis, su tesis sobre las primeras
comunidades de los Hechos de los Apóstoles y me dice, y nos dice: “¡ya
quiero yo que hayan comunidades como esta en todas las calles de Madrid!” Y
cuando las primeras acusaciones que tuvimos por la Pascua, bueno, ¡nos dejó
todas las Iglesia libres de Madrid, y nos ha defendido siempre! Y cuando nos
atacaron en Roma se presentó el párroco de Roma y le dijo qué…me dio una
carta para el Cardenal dell’Aqua, otra carta para el Cardenal Florit, y
hemos empezado el Camino en Florencia, porque han sido secretarios generales
del Concilio Vaticano II, Florit y Don Casimiro. Hay una foto que están con
el Papa Pablo VI en las asambleas y reuniones del Concilio, porque tenía una
cabecita muy bien montada, Don Casimiro…
Total, que entonces…bueno, entonces de allí de las barracas el Señor ha ido
construyendo…Osea, que yo digo una cosa. Hoy, si monseñor Carles se da
cuenta de la importancia que hay para su diócesis de hacer una iniciación
cristiana, llamará a un grupo de teólogos que le hagan un catecismo. Pues
eso es lo que ha hecho con…lo que pasa es que con nosotros lo ha hecho
distinto. Ha cogido un teólogo, como es el liturgista Farnés, un liturgista,
ha cogido Carmen que es una teóloga misionera, ha cogido un artista, ha
cogido los pobres, y ha fabricado una Iniciación Cristiana, y la ha
ofrecido, que es lo que hace el Papa en estos Estatutos, hoy a todos los
Obispos y a todas las diócesis.
La gran novedad de estos Estatutos ¿cual es?…pues la gran novedad de estos
Estatutos es que nosotros han aceptado que no seamos una orden religiosa,
que no seamos una asociación, porque nosotros hemos dicho a la Santa Sede
que el centro de la Iniciación cristiana, el centro, es el Obispo. Si nos
hacéis una congregación con personalidad jurídica pública nos ponéis al lado
del Obispo. Nosotros queremos ser un servicio a las parroquias, y al Obispo,
y lo que Dios está haciendo en el Camino son unos milagros tan grandes que
estamos sorprendidos.
Hay 52 seminarios, ¡que no son seminarios del Camino! ¡Yo no tengo un cura!
Son todos seminarios de la diócesis, ¡misioneros! Ya se han ordenado 1500
sacerdotes. Tenemos 52 seminarios. Hemos ayudado a abrir seminarios
misioneros. Los Obispos están entusiastas. Preguntarle al Cardenal Rouco,
preguntarle al Cardenal Mc. Carric de Washington, preguntarle…ahora ha
nacido un seminario en Rutmond, en Holanda…y voy a terminar con esto de
Holanda, que…Allí se ve realmente lo que está pasando…¿Por qué el Camino?
En Holanda, que ha sido una nación de Europa muy importante porque son
cristianos…una cosa es Escandinavia, que no son ya cristianos, que no son
católicos... Pero Holanda era católica. Holanda tiene una idiosincrasia, una
forma de ser muy lanzados, porque tienen pues estructura, porque está bajo
el mar, ha habido siempre muchos misioneros…es gente muy lanzada, los
holandeses, muy emprendedores, son comerciantes, piratas, ha habido
holandeses importantes, etc en Holanda. Pues Holanda ¿sabéis lo que pasó
después del Concilio no? pues se polarizó. Un sector de la Iglesia se
radicalizó y creían que había que abrirse al Concilio, el Concilio
significaba democracia en la Iglesia, abajo Roma, abajo todo este follón,
los laicos, las mujeres sacerdotes, viva la homosexualidad y viva tu tía.
Hoy…y este es un extremo, de libertad…y otra parte de la Iglesia holandesa,
viendo esta descomposición total de la Iglesia se cerraron contra el
Concilio…Osea, unos aplicaron mal el Concilio…la revista Concilium, esquile,
todos los follones aquellos del catecismo holandés, de la Iglesia…todo aquel
follón…bien, ¿os acordáis? Entonces, otro sector de la Iglesia pensaron que
esto era…y frente a esto se cerraron al Concilio, y siguieron con la
balaustra, todos de rodillas con la Eucaristía, de espaldas al pueblo, los
curas con la sotana…es un sector de la Iglesia del sur completamente,
digamos un poco, integrista, cerrado.
Nosotros hemos querido, Dios ha querido, en esta situación, que el Camino
vaya a Holanda, gracias a las familias en misión. Cuando mandamos
itinerantes a las parroquias nos echaron de todas partes. Los párrocos no
tenían ganas de escuchar a nadie y menos…sin embargo mandamos familias en
misión, ¡con fe!, Con 10 hijos, con 7, con 9, viviendo en Holanda, en
Ámsterdam…¡Los párrocos han visto esas familias! les han invitado a comer, y
se han quedado sobrecogidos de la fe, y entonces han empezado a
aceptar…total, que poco a poco. Al final hoy tenemos un Seminario en
Ámsterdam, eh, que tiene ya que están nombrados párrocos…Los párrocos y toda
la zona de Ámsterdam, que se llama diócesis de Haarlem, es esa Iglesia
completamente polarizada en un extremo. Entonces, estos curas pobrecillos,
parroquias que han estado sin curas, porque no hay más vocaciones, llevado
por mujeres, hacen la misa…pues la misa seca, hacen todo la palabra, la que
preside, que es una mujer, se viste con la casulla, y todo el follón, y
después abren el tabernáculo y dan la comunión, y hacen muchas cosas raras
en las misas…bueno, todo el follón…¡y todo es democrático! Cuando el
párroco, el Obispo…a todo esto el Obispo con muchas dificultades, porque han
sido puestos para salvar Holanda, puestos por Roma, y el clero no ha
aceptado estos Obispos que ha puesto Roma, con lo cual, el Obispo de
Ámsterdam, que era un misionero de Etiopía, se ha encontrado…¡le han
crucificado los curas! ¡los pocos! pero fíjate, ¡ha sido valiente! hemos
estado unidos en esta batalla, ha pedido un Seminario, y hoy estamos viendo
los frutos. Después el próximo que ha venido ya está teniendo un clero y a
todas estas parroquias que estaban todas fuera de la comunión de la Iglesia,
que no aceptaban el Papa, que no aceptaban Roma, que teológicamente se
habían descompuesto porque han perdido el contenido esencial del
cristianismo, manda un cura del Redemptoris Mater, del Seminario formado por
nosotros, que tiene que batallar con todos estos seglares, con todos estos
laicos, ¡una batalla real! y está siendo fantástico, porque hemos comenzado
a predicar el kerygma, ¡hacía años que no se predicaba! ¡Hacía años que todo
era democracia! ¡Hacía años, años, que parecía que la Iglesia era solamente
un asistente social, del tercer mundo, todo, todo lo mismo! Para el
voluntariado…¡no hace falta ser católico! hoy hay un voluntariado de
izquierdas en Italia que son todos ateos. Para ayudar a un pobre no hace
falta ser católico, ¡Cristo no ha venido para eso! o sea que hemos
comenzado…y han comenzado a venir los jóvenes…o sea que estamos ahora mismo
ayudando a todo este sector.
Ahora, cuando han visto esto, la Iglesia más conservadora, ha venido el
Obispo de Rutmond, a hablar con nosotros, a pedirnos un Seminario. Yo le he
dicho que es imposible abrir un Seminario sino se abre el Camino. Y me ha
dicho, ¿Qué tengo que hacer para abrir el Camino? Y le hemos dicho: muy
fácil, yo le mando un equipo, le mandamos un equipo, de un matrimonio que
tiene diez hijos, que son itinerantes, que tienen un hijo también down, que
son fantásticos, que han estudiado teología con Ratzinger, están muy bien
formados… les mando con un sacerdote y un chico con este equipo, y usted
reúne a los párrocos. Le explicaran el Camino y, si quiere el Seminario,
tienen que abrir el Camino como mínimo en dos o tres parroquias. Así lo ha
hecho, ha reunido cuarenta párrocos, diez párrocos se han levantado que
quieren el Camino, ¡diez párrocos!…¿Sabéis?…Bueno, las familias en misión
que hay 25 en holanda, todos los seminaristas en equipos con las familias,
diez equipos bajaban del norte al sur a evangelizar en esta diócesis. Los
párrocos han quedado sorprendidísimos. ¡Han nacido diez comunidades! ¡400
holandeses!
Pero escuchadme bien, el vicario episcopal le ha dicho al equipo: “Sois la
última chance, chance…oportunidad que tiene esta diócesis. Si fracasamos con
vosotros tenemos que cerrar la Iglesia” ¡No viene nadie! escuchad esto, no
viene nadie. ¿Cómo? Si tienen unas Iglesia preciosas, medio-neogóticas, las
misas de nueve, las de domingo…¡no viene la gente!…No hay más
vocaciones…¿Por qué no viene nadie? porque no se han dado cuenta que no
basta, ¡no basta seguir con las misas de hace 50 años! y haciendo las misas,
y los bautizos y esas cositas de antes…¡hay un cambio social enorme! ¡en
holanda la eutanasia está admitida por el Estado a los dieciséis años! si
tienes un hijo que tiene, un hijo tuyo que tiene un cáncer de huesos y tiene
diecisiete años ¡lo pues matar!, ¡Te lo permite la ley! o sea la droga está
libre, o sea la familia está totalmente, la sociedad…¡¡es tal la fuerza
social!! que la gente va decreciendo, va decreciendo la gente en las
misas…no viene nadie, y las misas…
O sea, quiero decir con esto, ¿Qué quiero decir? ¡La importancia del
Concilio! Lo han aplicado mal los de la extrema izquierda. Lo han rechazado
los de la derecha. ¡Llevar el Concilio es de vida o de muerte para la
Iglesia! ¿Qué la diócesis de Barcelona no nos quiere aceptar? No, no digo
esto que nos han aceptado, ¡nos han aceptado! Qué muchos párrocos: ¡ah!,
¡los kikos!…Pues muy bien, los kikos. Peor para ti. Ahora…vas a dar cuenta a
Dios ¡tu tienes la llave! Mira, ni entran ellos ni dejan entrar. ¡¡Cuanta
gente podríamos haber salvado!! ¡Porque la gente que entra en el Camino no
se separa! ¡No se divorcia! no tenemos…¡nadie! ¡¡Llenos de jóvenes!!,
¡¡tenemos parroquias llenas, llenas de jóvenes!! hemos llevado 70.000
jóvenes a París, ¡70.000!, tenemos 300 jóvenes para entrar en el Seminario
que hemos repartido entre los Seminarios. ¡Cientos de vocaciones!…Cincuenta
en el pre-vocacional de Roma, cuarenta en el pre-vocacional de Madrid,
familias…¡¡No!!, ¡¡No!! ¡¡no lo hago yo!! ¡¡Es el Concilio!!
El Señor que conocía lo que iba a pasar en el mundo…de otras maneras, claro,
nosotros estamos llevando en estos momentos…¡la parroquia se tiene que
renovar! ¡Estamos haciendo Catecumeniums! Hemos hecho en diez parroquias de
Madrid. Ha venido el Cardenal Rouco…bueno, ¡nos están apoyando! Necesitamos
millones para hacer un edificio nuevo. Cada comunidad tiene su sala, con una
nueva estética. La diócesis nos ha apoyado. Estamos haciendo nuevos templos,
con una corona mistérica…Ahora vienen doscientos, doscientos párrocos de
Estados Unidos, doscientos párrocos en noviembre, y viene monseñor Stafford
con ellos, a visitar todos los Catecumeniums que estamos haciendo. ¡Un nuevo
tipo de parroquia! ¡Nuevos tiempos! ¡Nueva sociedad! ¡¡La comunidad
cristiana!! Vivir el camino en comunidades, ¡¡no los Kikos!!
¡Los cristianos han vencido al imperio romano! Hemos dicho al Papa: “Padre
¿Cómo es posible que frente al paganismo de Roma que es impresionante…?”
¡Las primeras comunidades no tenían templos! no había templos, no han tenido
un culto público, no tenían sacerdotes como los sacerdotes paganos,
celebraban en sus casas, ¡tenían comunidades cristianas! y en estas
comunidades cristianas no había ninguno que no hubiera pasado un proceso de
educación a la fe serio, no se podía dar el Bautismo sino se demostraba que
Dios le había dado la fe, y tenían signos de Vida eterna, signos nuevos, de
que Dios les había elegido, les había llamado para esta nueva misión…etc.
¿Y que ha hecho Dios? pues muy sencillo. A cogido a estas comunidades y las
ha puesto sobre el candelabro, y sobre ese candelabro ¿qué ha surgido? ¿Cuál
ha sido el candelabro?: ¡¡la persecución!! ¡Y ha brillado la Vida Nueva! los
cristianos tenemos, y acabo ya, “Vida Eterna”. Hermanos…es impresionante…a
mi ¿Por qué me duele Barcelona? ¡Porque no es posible! ¡¡Quién se ha
encontrado con Jesucristo tiene Vida Eterna!! Dice san Pablo: Que murió por
todos para que los que viven no vivan más para sí mismos. Osea, que, según
la antropología de San Pablo, los hombres están como condenados a ofrecerse
a sí mismo todo. Cuando un hombre que ha hecho, que ha estado en la Iglesia,
decide hacer el su voluntad, ¡su Bautismo se muere! digamos así, se queda
como quieto, porque Dios tiene que respetar su libertad, y desde este
momento que él ya no hace la voluntad de Dios, sino que hace su voluntad,
vive la vida desde una cosmogonía donde su Yo es el centro de todo. Pero
esto, haberse separado de Dios, y haber sustituido el a Dios, sabemos que
provoca una cosa que dice Kierkegaard: “¡La muerte óntica!” ¡La muerte del
ser persona! Esa muerte que lleva dentro. Por eso dice San Pablo: ¡vosotros
que estabais muertos en vuestros pecados Dios os vivificó! ¡Estos muertos
que nos rodean en Barcelona, que está lleno de muertos, como tienen la
muerte dentro ¿qué pasa?…Se casan, y cuando aparece un acontecimiento de
sufrimiento, ese sufrimiento que aparece en el matrimonio ¡es un sufrimiento
que es sacramento de la muerte! Osea, ¡Cómo no tienen…como su ser persona
está muerto…no tiene sentido el sufrimiento en la vida! ¡Se tienen que
separar! No porque sean malos, se tienen que separar…¡si es que se sienten
sofocados! Fijaros la diferencia que hay entre un cristiano…
¡Pero un cristiano tiene dentro Vida Eterna! ¿Qué te da la fe?…¡La Vida
Eterna! Cristo nos da a participar de su nueva naturaleza, de su victoria
sobre la muerte. ¡Ahora! Yo digo a la gente, nosotros decimos en el Camino:
“¿tu tienes Vida Eterna?” ¡Demuéstralo! Quién tiene “Vida Eterna”, una vida
que ha vencido la muerte, se demuestra en la vida en que puede amar más allá
de la muerte, puede perdonar, ¡puede perdonar! como obra fruto de la
gracia…eso no quiere decir que no tenga debilidades, no somos…tenemos
debilidades, tenemos un tesoro en un vaso de barro, pobre, que lo sabéis
vosotros en el Camino…Pero es que la noticia que tiene la Iglesia que
anunciar ¡¡es inmensa!! Dios está preparando con nosotros un pueblo para la
Nueva Evangelización, os lo aseguro. Está preparando un pueblo para
evangelizar Barcelona, ¡Barcelona! porque él, Cristo, nos ha dado su propio
corazón, ¡nos ha dado de su Espíritu! ¡Cristo ama a todos los jóvenes que
hay aquí! ¿Cuántas familias destruidas en Barcelona? ¿Cuántas? Si yo digo
que se pongan de pie todos los que tenéis un hermano o un primo separados
¡todos os ponéis de pie! ¡Esa es la verdad! ¡Esa es la verdad! Entonces,
tenemos…¡hay que evangelizar!, ¿Y como vamos a evangelizarles? pues primero
hay que dar signos, porque hablas de Cristo y no te escuchan, ¿y cuales son
los signos?: “Amaos como yo os he amado. En este amor conocerán que sois mis
discípulos” ¡Amaos en la dimensión de la cruz! ¿Cómo yo os he amado? ¡Yo os
amé cuando erais mis enemigos! El amor al enemigo…la comunidad cristiana.
En la comunidad no hay pobres, no metemos a nuestros ancianos en los asilos,
tenemos los hijos que Dios quiere darnos, ¿Cómo nos vamos nosotros a
cuestionar dar la vida a un ser humano que va a vivir eternamente en Dios?
¡¡Un hijo de Dios!! ¿Y que hacen los católicos de hoy? la parejita…¿y luego
como vivían? con el coito interruptus, con la píldora, qué hacían…¿pero
como? ¡Un ser humano! ¡Un ser humano! ¿Cómo es posible? ¡¡Un hijo de Dios!!
Cómo puede…”paternidad responsable” es ser responsable de lo que significa
colaborar con Dios a dar un hijo a Dios ¡para siempre! ¡Para siempre! o sea
que hermanos, esto es…
Por eso ¡ánimo! Dios ha elegido Barcelona…Somos los iniciadores del Camino,
y Dios ha querido que vengamos a Barcelona, y aquí en Barcelona quería que
sufriéramos, ¿os acordáis? la unidad sacerdotal esa del Padre Patos, que
vinieron a destruir, los guerrilleros de Cristo rey, nos apagaron la luz,
nos quisieron pegar, nos quemaron, nos quemaron el coche, anunciaron al
Obispado que si Kiko predicaba en Barcelona le iban a desfigurar la cara,
nos llamaron del Obispado…porque ya en Madrid los guerrilleros de
Blas-pinyard y de Fachanset-comisa no podíamos salir de las catequesis…tenía
que venir la policía a acordonar, habían jurado matarme…porque eso de
comunidad habían confundido…eso de comunidad creían que quería hablar de
comunismo o algo así, en su ignorancia total…pero nos han perseguido y hemos
sufrido, y pasas miedo. Yo he estado aquí en Barcelona escondido, me estaban
buscando en Barcelona, para pegarme…porque primero te avisaban, segundo te
quemaban el coche, tercero si te cogían: quince días de hospital…lo habían
hecho con tres curas, eso, aquí en Barcelona, los guerrilleros…Y aquí
vinieron, ¿os acordáis?, En la primera catequesis que hicimos…Estaba así de
gente, como esto. Apagaron la luz y se oyeron unos palos, pom, pom, y
gritos…y quitaron la luz de todo el barrio, y no podíamos predicar. Y luego
yo predicaba y un grupo de curas al fondo: ¡¡mentira!! ¡¡Falso!! en voz
alta…No me dejaban predicar, en Barcelona, en Sarriá…¿os acordáis? o sea que
Sarriá tiene para nosotros una gran…pero habéis escuchado, con este follón
venía más gente, o sea que lo que hicieron fue…Bien hermanos, pues nada, que
recéis por nosotros y que Dios os lo pague por el calor que estáis pasando.
(aplausos)
Cardenal Ricardo Maria Carles-
Yo quiero agradecer al Instituto la preparación de este acto que nos ha
hecho posible esta…no ha sido lección inaugural sino más que lección
inaugural testimonio profundo de parte de Kiko. El año pasado escuchamos a
González de Cardenal, gran teólogo, y gran literato, que nos habló con gran
profundidad. Ahora él ha hablado también de la profundidad de su Espíritu,
te lo agradezco mucho Kiko, y antes hacíamos mención de Fontdevila.
Fontdevila era aquel jesuita que habéis conocido muchos, que yo digo, hacía
mímica con todo su cuerpo, como sentía las cosas con toda el alma, cuando
hablaba se movía todo el cuerpo, ¿os acordáis? Yo le he querido mucho, y es
de esas personas que te habrá pasado, a ti también Kiko, que te has quedado
con la añoranza de no haber hablado con el todo lo que podíais haber
hablado. De vez en cuando venía a verme, hablábamos, pero se han quedado
tantas cosas…pero bueno, están en manos de Dios, y espero que él, desde
allí, nos ayudará a todos, porque gesticulará allá igual que gesticulaba
aquí, con toda la fuerza de aquella vida tan hermosa que fue la del Padre.
Gracias a Kiko y a Carmen, y a todos vosotros, comunidades de Barcelona. Ya
hace tiempo tuve la alegría de presidir en nuestra catedral la Misa de
acción de gracias por la aprobación de los Estatutos, y que ha sido como el
márchamo por el cual lo que todos intuíamos en el Santo Padre y en la
Iglesia entera a dado por bueno, y por correcto, y por fundamental en
nuestro momento, pues el Camino vuestro. Yo me alegro de que seáis muchos,
como veis os he ido encomendando pues sacerdotes de las comunidades
bastantes parroquias. Quisiera seguir que eso fuera creciendo también más, y
no quiero alargarme pero si decir un par de cosas…
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