¿Con quién dejas a tus hijos?
Por el título, diréis ¿Qué tiene esto que ver con cuestiones de tipo empresarial, económico, etc?. Cuando se acerca la sucesión de nuestra empresa, empiezan las dudas, las preocupaciones, los pensamientos de, esto tenía que haberlo previsto antes, no sólo por el devengo de impuestos si no, por la verdadera continuidad del negocio. En muchos casos, si, desde la constitución, a través de los mismos estatutos, de los pactos entre socios, del protocolo familiar, etc, se intenta dejar previsto.
Y, los empresarios jóvenes, ¿habéis pensado en todo lo anterior?, si, perfecto. ¿Y también has contemplado la posibilidad, Dios no lo quiera, de que fallezcas dejando hijos menores de edad?, y si te ocurre a la vez que a tu cónyuge. ¿Con quién se quedan tus hijos? ¿Quién va a encargarse de su educación, protección, etc? Y de las decisiones a tomar respecto de tu patrimonio, que ellos heredan, y si ese patrimonio es una empresa en funcionamiento, con contratos a cumplir, con deudas, con empleados, con ….
Supongo que ya estás al borde del “yuyu”.
Recientemente en un periódico económico apareció una columna al respecto del nombramiento del tutor para estos casos. Recomendación que venimos haciendo a nuestros clientes desde hace mucho tiempo.
Pues sí, un problema evitable. No el del fallecimiento, por supuesto. Si el del marrón que dejas, y los perjuicios que ocasionas, no sólo para el futuro de tus niños, si no para todo aquel con quien tienes asuntos pendientes.
Sabes que, en su defecto, el tutor lo nombra un juez y este se guía por datos objetivos, parentesco, la edad, la capacidad económica, la distancia de su lugar de residencia, etc. ¿Y si nombra a tu primo con el que no te hablas desde hace años? En la última persona en quien tu habrías depositado tu confianza.
Solución, pasar por notaria, hacer testamento, nombrar tutor. El juez en ese caso, seguirá siendo quien decida, como le exige el código civil, pero como también indica, deberá tener muy en cuenta la voluntad de los padres, y con casi toda probabilidad, dejarás a tus hijos con quién tu/vosotros, deseabais, los dejaréis protegidos, y muy probablemente no perjudicarás tampoco a tus clientes, proveedores, y sobre todo al personal empleado y su familia, porque es posible que la empresa pueda seguir activa, con algún otro apoyo externo con el que el tutor podrá contar.
Let’GO
Gabi Martínez
Economista
MARTINEZ ABAD CONSULTORES
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