CUANDO EL DÍA TENGA 25 HORAS (II)
Continuando por donde nos quedamos, intentemos ordenar los distintos sucesos que prevemos que pueden darse, en ese espacio llamado tiempo, que efectivamente no tiene 25 horas, ni es necesario que las tenga, está muy bien así.
Si dejamos para otro momento todo lo que acontece o queremos que acontezca durante nuestro tiempo extra laboral, centrándonos precisamente en la jornada que queremos destinar al trabajo, podemos estar hablando de entre 8 a 10 horas de cada día. Bueno, mejor 8 si queremos cumplir con la máxima de los tres 8 que parece bastante efectiva, dormir 8 horas, trabajar 8 horas y ninguna de las dos cosas, otras 8 horas. Vamos contra el presencialismo, no por más tiempo en el despacho, en la empresa, somos más eficientes, al contrario, sin un suficiente tiempo para el descanso y la familia, el deporte, la oración, meditación, o incluso para no hacer nada, se confirma la regla de que más es menos, más tiempo del necesario dedicado a una actividad es menor el resultado que de ella obtenemos.
Ahora aquí la cuestión, ¿las tres jornadas continuadas o se pueden entrelazar? Uy!!! Aquí no vamos a estar de acuerdo, seguro. Opino que mejor entrelazar. Dormir por la noche y hacer siesta, acompañar a tu hijo al médico o a la cita con la tutora a las 11 h y atender un asunto laboral a las 22 h, hacer deporte a primera hora e ir andando rápido a visitar clientes, pasar la aspiradora el viernes y redactar un informe el sábado. Menos el Domingo, que así lo hizo quien nos creó, las 24 h al descanso, los demás días siempre que esté en nuestras manos, propongo la agenda de 24 h.
Os garantizo que actualmente no lo cumplo, pero dos cosas: que lo deseo y que cuando así lo he hecho he sido más feliz, y por eso, volveré a ello.
Seamos realistas, partimos de la certeza de que no todos ni en todas las profesiones esto es viable al 100%, pero quizá en muchas lo es en un % mucho más elevado del que creemos, sólo es cuestión de que empleado y empleador, lo quieran y entiendan.
Mi recomendación, si me lo puedo permitir, es priorizar. Durante las 24 h diarias debemos realizar primeramente los tres o cuatro sucesos que si o si, queremos que se den, porque no hay muchas más acciones importantes. Veremos cómo a veces es posible conseguir que éstas no lleguen a ser urgentes y que el hacer las menos importantes no nos lo impidan.
Seguiremos …
Ver CUANDO EL DÍA TENGA 25 HORAS (I)
Gabi Martínez
Martínez Abad Consultores
Economista – Miembro Grupo ACE
g.martinez@martinez-abad.es
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