ORÍGENES DEL CAMINO
NEOCATECUMENAL
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Eran los años de la
primavera de Juan XXIII, y Pablo VI, del aire fresco en
la Iglesia, de la eclosión del concilio Vaticano II, del cambio del
agiornamento y la ilusión. No puede olvidarse esta coyuntura en el nacimiento de las
primeras Comunidades Neocatecumenales, que surgieron en el suburbio madrileño de
Palomeras Altas, entre los más pobres, gitanos y "quincalleros". |
Kiko Argüello,
era un joven pintor, en algún momento, arrollado también por el ateísmo y el
existencialismo, después profesor de la Escuela de Cursillos de Cristiandad, también
buscó su futuro en el monasterio jerónimo del Parral, en Segovia, alumno luego del
Instituto de pastoral, donde hacía su experiencia en el seguimiento de Jesús
. En una
barraca de latas y cartones como aquellos "quinquis", con la Biblia y la
guitarra, empezaba su "aventura".Enseguida le llamaban "el discípulo de
Jesús", acudían a conversar, discutir, consultar sus tremendos problemas humanos y,
con sorpresa del mismo Kiko, a dejarse interpelar por la Palabra de Dios, lo único que
podía ofrecerles, juntamente con su experiencia del encuentro vivencial con Dios. Así
fue el comienzo, de los más extraño y sencillo a la vez.
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Kiko con los primeros compañeros de Palomeras
Altas, Domingo y Manolo
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.Detalle interior de la Barraca.
.Barraca de Palomeras
Altas.
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interior de la barraca de Kiko
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Carmen Hernández
se preparaba para marchar a países del Tercer Mundo, con su congregación
religiosa, pero al conocer la actividad de Kiko en las barracas descubrió su camino.
Dejó su profesión de química, su familia más que acomodada, su vida religiosa en las
seguridad y escogió la vida de los más pobres.
Así pues, Kiko y Carmen, fueron
llamados por el Señor a vivir su cristianismo en medio de los pobres, compartiendo
existencialmente la vida de aquellos que, en su miseria, soportan las
consecuencias del pecado de nuestra sociedad. y de este modo se encontraron requeridos por
las mismas personas con las que convivían, para que les anunciasen el Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo
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Algunos de aquellos comenzaban
también a cambiar su forma de ser y podía reunirse el primer grupo en la barraca del
pintor y luego también en la Iglesia, para celebrar la Eucaristía sin la presencia de
los feligreses habituales, los cuales ni aceptaban a los "quinquis" ni
entendían nada de lo que estaba pasando. Entre aquellas gentes se producía la comunión:
comenzaba a entenderse, a quererse, a vivir el cristianismo. La palabra, que nacía en
precariedad, comenzó a concretarse en una "catequesis", es decir un
"kerigma" que en la medida en que descendía sobre aquellas gentes, realizaba el
nacimiento de una nueva realidad: la "koinonía" |
No sin oposición al principio y
consciente luego de la realidad, monseñor
Morcillo, arzobispo de Madrid, visitaba
aquella comunidad infundiendo aliento. Desde las chabolas al elegante barrio de
Argüelles, de allí a Zamora, en la parroquia de San Frontis, después Barcelona, Roma,
toda Italia, París, Hispanoamérica, Norteamérica, Europa, también en el Este, China,
Japón, y bastantes países de Africa. En todos los sitios la misma constante, hombres,
mujeres, jóvenes, ancianos, que se abren a la acción salvadora de Jesucristo resucitado,
creándose entre ellos la comunión, permaneciendo unidos. |

Mon. Morcillo en la
Barraca rezando laudes con Kiko Argüello. |
ETAPAS
DEL CAMINO NEOCATECUMENAL
Las tres etapas fundamentales de
la vida cristiana se corresponden con las tres fases que comprende el Camino
neocatecumenal: humildad (precatecumenado), simplicidad (catecumenado postbautismal) y
alabanza (elección y renovación de las promesas bautismales).
La
primera finalidad del neocatecumenado es la formación de la comunidad, y ésta nace en el
seno de la parroquia, después de un tiempo de catequesis, en las que se anuncia el
"Kerigma". una vez formada la comunidad, esta comienza a caminar en la segunda
fase: el precatecumenado. Este es un periodo de "Kenosis" en el cual los
hermanos verifican su fe caminando junto a otras personas. Durante este tiempo la
comunidad experimenta la potencia de Cristo, que les lleva a ponerlo como centro de su
vida.
Pasado
un tiempo, los catequistas preparan el escrutinio que dará paso definitivo al
Catecumenado. Después los catecúmenos son iniciados por los catequistas en la oración
individual y cotidiana con los salmos.
Luego,
mediante la "traditio" y la "redditio symboly" descubren que el
bautismo que un día se les dio en la iglesia, los convierte en enviados, dando
testimonio de su fe en su ambiente cotidiano, anunciando el Evangelio por las casas,
trabajando en la pastoral de la parroquia, etc. En este momento del Camino las familias se
hacen responsables de transmitir la fe a sus hijos, mediante celebraciones domésticas.
La
tercera fase es la elección y la renovación de las promesas bautismales.
La
familia de Nazaret es la imagen de las Comunidades Neocatecumenales. La comunidad en la
cual Cristo se hace presente, vive en humildad, sencillez y alabanza, como la Sagrada
Familia de Nazaret. |
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